“Cuando todos los sentidos están en pausa, cuando la mente descansa, cuando cesa el oleaje del intelecto es entonces dice el sabio que se alcanza el estado más alto." Esta calma de los sentidos.
El yin y el yang son términos usados por los taoístas para describir el opuesto de las relaciones con todo, son términos para entender 2 polaridades que hay, existen y se relacionan con todo. El Yin está asociado con lo femenino, sólido, lo que está siempre de una forma, que no cambia, interno, que no se mueve.
Sin el yin no hay yang , sin lo pasivo no hay movimiento,
No hay oculto sin estar descubierto así se manifiesta esta dualidad .
Yang: músculos, tendones, movimiento
Yin: huesos, ligamentos, pasividad.
La práctica del yin yoga, es trabajar a un nivel profundo, anatómicamente hablando. Podemos decir que es una práctica donde por medio de la relajación y uso de la gravedad natural del cuerpo, se llega a la apertura ósea en cada postura, por la duración que tiene cada asana.
Sus beneficios son muchos a nivel anatómico, pues esa pausa permite que, en la tensión moderada que se está generando en la postura, se regenere el tejido conectivo, se vuelvan a habilitar la articulación y se logre una mayor apertura del sistema a nivel articular. En esta práctica el movimiento a nivel muscular es nulo, realmente el hueso es lo que está trabajando, es reajustar y alinear nuestra estructura ósea.
A nivel orgánico se da un completo masaje a nivel acrupesión de los órganos internos. Los chinos lo llaman órganos zang, los órganos yin y Fú (su dualidad yang)
Los tres cuerpos en la practica yin: El cuerpo físico. El que necesita agua, aire y comida para vivir El cuerpo astral. El que atrapa todas y guarda todas nuestras emociones Y el cuerpo causal, nuestra naturaleza, la capa mas profunda que tenemos , el area mas yin , mas guardada
Cuando nuestro cuerpo físico entra en esa pausa prolongada comienza también a explorar la parte más profunda de uno mismo, cuando se entra ya en esa postura y se relaja la articulación, fluye la respiración y la mente entra en pausa. Es cuando entras al mismo tiempo en una especie de meditación, en un estado de silencio donde la única música es tu propio sonido interno. Hablar del yin yoga es hablar de un laboratorio de tu propio cuerpo. Es comenzar a realmente entrar en la nada y en el todo, es activar y viajar en tus centros energéticos, en tus nadis, en tus meridianos.
La mejor hora para esta práctica es la primera hora de la mañana o la última de el día. La práctica yin en su mayoría se hacen asanas llevando la columna hacia adelante donde la gravedad sea la que fluya